lunes, 17 de diciembre de 2007

EL CATALANISMO Y EL ESPAÑOLISMO


EL CATALANISMO Y EL ESPAÑOLISMO



La más torpe actitud de los españoles es querer resolver el problema de Cataluña reputándolo de artificial. No conozco manera más estúpida, de minimizar un problema como hay quienes sostienen, que ni Cataluña tiene lengua propia, ni tiene costumbres propias, ni tiene historia propia, ni tiene nada. Si esto fuera así, naturalmente, no habría problema de Cataluña y no tendríamos que molestarnos ni en estudiarlo ni en resolverlo; pero no es eso lo que ocurre. Cataluña existe con toda su individualidad, y muchas regiones de España existen con su individualidad, y si queremos conocer cómo es España, y si queremos dar una estructura a España, tenemos que arrancar de lo que España en realidad ofrece; y precisamente el negarlo, además de la torpeza que antes os decía, envuelve la de plantear el problema en el terreno más desfavorable para quienes pretenden defender la unidad de España, porque si nos obstinamos en negar que Cataluña y otras regiones tienen características propias, es porque tácitamente reconocemos que en esas características se justifica la nacionalidad, y entonces tenemos el pleito perdido si se demuestra, como es evidentemente demostrable, que muchos pueblos de España tienen esas características.


Yo soy de esas pocas personas de los que creen que la justificación de España está en una cosa distinta: que España no se justifica por tener una lengua, ni por ser una raza, ni costumbres, sino que España se justifica por una motivacion durante años para unir lenguas, para unir razas, para unir pueblos y para unir costumbres; que España es mucho más que una raza y es mucho más que una lengua.

Duran i Lleida, quizás el politico más brillante de nuestro país dijo:
"Sería malo que los españoles no asumiesen como un problema propio la desafección que existe en Cataluña hacia España. Pero también sería malo que en Cataluña no se asumiese como un problema propio la desafección que existe desde España".

Creo que ha habido y hay una ignorancia mutua y sin duda a mi juicio se tiene la percepción desenfocada de Cataluña, y de ello hay una responsabilidad importante de los partidos políticos. PP y PSOE han utilizado mutuamente la participación de CiU en el apoyo a los gobiernos de Madrid como isntrumento de desgaste del adversario, presentándo no como gente a la que sólo nos importa pedir insaciablemente, y mostrando como punto de nuestra diferencia reivindicación de "la pela" cuando eso no es así y nuestro nacionalismo es profundamente cultural y esa es su razón de ser.

Me siento catalán, muy consciente de que una de las vocaciones de Cataluña es la española, de que formamos parte de España y me gustaría que un día pudiera toda España sentir y aceptar el ser catalán como un patrimonio de todos.

Catalunya necesita un gobierno que le ayude a recuperar el prestigio perdido en estos últimos años. Eso no lo garantiza el tripartito, compuesto por el PSC, miembro del partido socialista obrero español, partido español que el que se ha negado a colocar la bandera de España en Vilafranca, no un partido nacionalista ni catalán.

Catalunya necesita recuperar sus relaciones con el conjunto español. El tripartito ha dejado demasiadas heridas abiertas y eso no es bueno ni para Catalunya ni para España

¿Y de que se preocupan los politicos catalanes?
En lugar de fomentar con empeño la calidad, la excelencia, la educación, la investigación, la competitividad, en lugar de construir infraestructuras y enfrentarse a quien se opone a su construcción; en lugar de satisfacer las necesidades e intereses de un ciudadano que con frecuencia se ve obligado a moverse al margen de las prioridades oficiales; en lugar de eso, se pierde el tiempo elucubrando sobre la nación y la identidad catalanas, reivindicando unos derechos históricos o encajando en España una Cataluña que ya está encajada desde hace siglos, obligando al etiquetado y rotulado en catalán, arrinconando el bilingüismo real de la población, lo cual "cabrea" a los españoles y arrincona a los catalanes y volvemos otra vez a la pescadilla que se muerde la cola. En definitiva, la irresponsabilidad de unos políticos que han conducido a Cataluña al atascadero en el que hoy se encuentra

Y de ahi a la práctica de la pedagogía del odio, materia en la que el nacionalismo extremo ( como el de ERC que al final es que acaba en los medios de comunicancion y en boca de todos en lugar de la moderacion de la mayoria de los catalanes ) y el españolismo (sobre todo del PP) siempre ha destacado, se multiplica con campañas anticatalanas como la de boicotear el cava catalán.

No hace mucho, el diario El Mundo, publicaba una relación de los comercios regentados por empresarios catalanes en Madrid. Como consecuencia de eso, muchas tiendas han visto pintadas sus puertas y paredes exteriores con frases alusivas a la identidad catalana de sus propietarios conminando a la gente a no entrar en ellos. Por otro lado, los catalanes residentes en Madrid aconsejan a sus compatriotas que van de paso que no hablen en catalán en público y una mujer fue expulsada recientemente del interior de un taxi en esa ciudad por el simple hecho de ser catalana y contestar a su telefono movil en catalán.

Hay generaciones en Catalunya educadas en el odio a España y viceversa y son este tipo de mensajes los que alimentan un odio anticatalanista y viceversa, una bomba de relojería que existe y que se retroalimenta y que alguien está deseando que estalle.

Antes de que acabemos en una espiral de odio HOY es dia de cambiar estos mensajes.

El error de España siempre ha sido pensar que los catalanes y vascos (entre otros) deben renunciar a sus naciones para poder ser españoles.

Cataluña es una gran tierra, que da prestigio a España, de grandes hombres y mujeres y la mayoria de los españoles quiere como una parte suya igual que muchos catalanes quieren a España, una de estas personas esta en copia de este mismo mail. Es por ello que nos duela cuando notamos que se hacen cosas como este correo para distanciarnos.



Luis de Merlo

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